CAPÍTULO 12. La primera ecografía.


Llego el día de la primera ecografía importante.
Mi marido y yo, llevábamos tiempo esperando que llegara la fecha de los tres meses de gestación para poder ir al hospital y ver mediante una ecografía a nuestro futuro hijo.

Estábamos realmente emocionados por ir juntos a hacer esa prueba. De manera, que llegado el día señalado, nos levantamos muy temprano y nos dirigimos al hospital. Allí éramos los primeros para entrar en la consulta del tocólogo.
Y una vez dentro, tras las preguntas previas de nombre, apellidos, peso, altura... pasamos a la ecografía.

¡Qué emoción!
Allí estaba nuestro pequeño.
Era bastante grande, el mundo espiritual le había ayudado a progresar y crecer.
Estaba dormido y no se dejaba mucho de ver.
El tocólogo lo estuvo zarandeando un poco a través de mi vientre, pero ni aun así, consintió en hacer nada.
Mi marido estaba emocionado, estaba viendo a su bebé, allí, en la pantalla.

Que ser tan indefenso y cuantas cosas nos esperaban por hacer y enseñar para hacerle un buen hombre y una persona de gran provecho.
Era un gran reto y a su debido tiempo tendríamos que afrontarlo.

Todas las pruebas salieron bien y ya solo quedaba esperar hasta la siguiente ecografía para poder verlo de nuevo.