CAPÍTULO 14. La esperando noticias del bebé.


La espera para tener noticias de mi bebé se hacía interminable, ya que las revisiones hechas por la seguridad social dejaban unos periodos de tiempo muy largos entre una cita y otra.
El tiempo no pasaba tan deprisa como tal vez yo esperaba. Solo tenía ganas de ver a mi bebé aunque solo fuera por medio de una pantalla donde se viera todo en blanco y negro.
El embarazo resultó un poco complicado. El mal estar y las agonías hacían que algunos momentos del día fueran más difíciles de llevar.
Todos los días tenía la esperanza de que ese fuera el último en el que me encontraría mal y dejaría de vomitar.
Suponía que eran cosas normales del embarazo, el cual hacia que tuviera las hormonas revolucionadas, los estrógenos y diferentes compuestos que hacen que el cuerpo de la mujer cambie en ese periodo.

Aun así, esperaba que mi bebé se encontrara bien y deseaba verlo lo antes posible. Por lo cual, pedí cita en una clínica privada para que me hicieran una revisión cuando llegara a los cuatro meses de gestación.

La verdad, es que, solo con el hecho de poder verle me sentía ilusionada.

A los cuatro meses, era posible que en la ecografía a realizar se viera ya el sexo del futuro pequeñín, pero ante tanta espera y tanta incertidumbre prefería no llevar ninguna idea preconcebida sobre que pasaría el día de la visita.

Si en el destino estaba escrito que deberíamos saberlo, entonces nos lo dejarían ver y si por lo contrario, aun debíamos esperar, pues, tan poco sucedería nada malo. Tal vez esta también sería una prueba para practicar la paciencia y llevar la espera con calma.