CAPÍTULO 23. Las primeras compras para el bebé.


Al poco tiempo de saber el sexo del pequeño bebé que vendría a mi hogar, mi madre nos hizo el primer regalo para él.
Nos fuimos juntas a una tienda de ropa infantil y allí compramos sus primeras prendas.
El primer conjuntito para cuando saliera del hospital. Su primer arrullo. Alguna camisetita interior.
Fue emocionante, imagine a mi pequeño con aquella ropita y me sensibilice con el hecho al instante.

Pasado algún tiempo, comenzamos a mira tiendas para comprar su futura cuna, habitación y demás enseres.
Todavía no había cumplido los seis meses de gestación y ya más o menos estaban pedidas casi todas las cosas que necesitaríamos para la llegada del bebé a casa. He de admitir, que el simple hecho de ver su cuna me hacia imaginar cómo sería mi futuro junto a él.
Deseaba ya ver su carita y tenerlo en mis brazos.
Me parecía que la espera hasta su llegada era muy larga. Y en el  periodo en el que me encontraba, hasta la próxima ecografía donde vería parte de él aun se haría de esperar, faltaba más de un mes para ello.